viernes, 17 de julio de 2009

Piojo


Piojo humano de la cabeza

Difícilmente sean necesarias grandes presentaciones para este parásito cosmopolita del ser humano. Se alimenta de sangre, y su cuerpo puede actual como vector de enfermedades que han causado epidemias catastróficas a lo largo de la historia, entre ellas, el tifus. Los piojos se propagan por contacto directo entre humanos y con objetos contaminados. La infestación de piojos (pediculosis) no representa en sí un problema grave, aunque causa desagradables síntomas, como picazón e irritación cutánea.

Los piojos no tienen alas. Los machos adultos pueden sobrepasar los 3 mm de largo, y las hembras los 4 mm. El cuerpo es alargado y en general aplastado. La cabeza es libre, con ojos bien desarrollados. Las patas son gruesas y terminan en una garra y una uña. El abdomen presenta 7 segmentos. Los machos se reconocen externamente porque en la parte dorsal del último segmento emerge una estructura, parte del sisteme reproductor, en forma de dos espinas. Las hembras tienen el primer par de patas semejantes en grosor a las siguientes, mientras que en los machos están más desarrolladas.

Acaros



Los ácaros (Acarina o Acari, del griego akarés, "diminuto", "que no se corta"), son un orden de artrópodos que pertenecen a la clase Arachnida (arácnidos, tienen ocho patas). Existen casi 50.000 especies descritas, y se estima que existen entre 100.000 y 500.000 especies que todavía no han sido clasificadas.[1]

La mayoría de los ácaros son diminutos y alcanzan unos pocos milímetros de longitud; el ácaro de los folículos humanos mide solo 0,1 mm (menor que algunos protozoos) y los ácaros del polvo doméstico miden entre 0,2 y 0,5 mm; ambos son, pues, microscópicos; en el otro extremo, los ácaros de terciopelo alcanzan longitudes de 10 mm.[2]

Los ácaros son uno de los grupos más antiguos de animales terrestres; se conocen fósiles suyos del Devónico Inferior, hace unos 400 millones de años.[2]

Hay ácaros en medios terrestres y acuáticos, incluso en el medio marino. Son en su mayoría depredadores, pero los hay fitófagos, detritívoros y parásitos; las garrapatas son hematófagas y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas.

Algunos ácaros tiene importancia económica al ser parásitos de plantas, de animales (como las garrapatas de las abejas melíferas del género Varroa) y del ser humano (como el ácaro arador de la sarna), o el ácaro del polvo (Dermatophagoides farinae) causante de alergias.

tórsalo



Dermatobia hominis, tórsalo: Esta mosca pertenece a la familia cuterebridae se encuentra desde el norte de México hasta el norte de Argentina. Es considerado dentro de los parásitos más importantes del ganado. En Brasil, es el segundo parásito más importante en las explotaciones ovejeras luego de Cochliomya.

Dermatobia es una mosca grande, azul brillante que habita áreas boscosas y es raramente vista por la gente; los estadios que el veterinario generalmente observa son las larvas extraídas de la piel.


Las larvas de Dermatobia tienen una forma muy característica de modo que es fácil reconocerlas. Parasita a una amplia gama de huéspedes: bovinos, cerdos, gatos, perros, caballos, mulas, ovejas, cabras, monos, hombre y ciertos mamíferos silvestres; se sabe que las aves, incluyendo a los tucanes, pueden albergarlo. Es una plaga seria del ganado en Centroamérica y Brasil, donde las pérdidas en carne, leche y daños a las pieles pueden ser de millones de dólares anuales.


Tábano


Family Tabanidae

Aspecto

  • Los adultos pueden tener hasta 25 mm de longitud.
  • De color marrón oscuro con ojos negros o verdes.
  • Los machos tienen ojos contiguos, lo que los diferencia fácilmente de las hembras, que tienen los ojos muy separados.
  • La mordedura del tábano puede ser muy dolorosa. A diferencia de los insectos que perforan la piel, los tábanos tienen partes en la boca que funcionan como pequeños cuchillos, que utilizan para abrir la piel con un movimiento parecido a de las tijeras.

¿Qué es el tórsalo? Según informes recabados éste es un insecto que ocasiona severas pérdidas a la ganadería, salud pública, fauna silvestre y en general a todo ser de sangre caliente, entendiéndose como tales al ganado vacuno, porcino, ovino, equino, animales silvestres y mascotas; inclusive el ser humano no se escapa al ataque de este insecto.