viernes, 17 de julio de 2009

Piojo


Piojo humano de la cabeza

Difícilmente sean necesarias grandes presentaciones para este parásito cosmopolita del ser humano. Se alimenta de sangre, y su cuerpo puede actual como vector de enfermedades que han causado epidemias catastróficas a lo largo de la historia, entre ellas, el tifus. Los piojos se propagan por contacto directo entre humanos y con objetos contaminados. La infestación de piojos (pediculosis) no representa en sí un problema grave, aunque causa desagradables síntomas, como picazón e irritación cutánea.

Los piojos no tienen alas. Los machos adultos pueden sobrepasar los 3 mm de largo, y las hembras los 4 mm. El cuerpo es alargado y en general aplastado. La cabeza es libre, con ojos bien desarrollados. Las patas son gruesas y terminan en una garra y una uña. El abdomen presenta 7 segmentos. Los machos se reconocen externamente porque en la parte dorsal del último segmento emerge una estructura, parte del sisteme reproductor, en forma de dos espinas. Las hembras tienen el primer par de patas semejantes en grosor a las siguientes, mientras que en los machos están más desarrolladas.

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